En el quinto capítulo del libro “El aprendizaje
autorregulado. Enseñar a aprender en diferentes entornos educativos”, Material
didáctico (Compiladora: María Zulma Lanz, 2006. Editorial Noveduc, Buenos Aires
– México), Diana Hugo expone Una propuesta didáctica para aprender a enseñar.
En este caso me centraré en su exposición acerca del Aprendizaje
por autorregulación.
La autora comenta que a través del aprendizaje
autorregulado se promueve “una mejor comprensión de los conceptos científicos y
una mayor autonomía de los futuros profesores”. Por lo que con su propuesta
pretende guiar a los profesores para el aprender a enseñar (en el contexto de
la Didáctica de las Ciencias Naturales) y con ello, transferir los
conocimientos a sus alumnos a partir de la “autorregulación
interna”.
Para ella, aprender es sinónimo de “autorregulación consciente”.
Quien aprende se propone metas u objetivos y para cumplirlos autodirige su
aprendizaje intencionalmente y en forma sistemática; superando obstáculos; controlando
los aspectos intervinientes como su cognición, la motivación, el contexto,
entre otros; y tomando las decisiones más adecuadas y oportunas.
En definitiva, para Hugo, la autorregulación engloba
varias áreas y fases. Las primeras ofrecen un enfoque distinto del concepto y la
práctica del aprendizaje, por la visión más integrada de los procesos cognitivos,
motivacionales y de las acciones. Las áreas son: cognición, motivación-afecto,
comportamiento y contexto.
Las fases están vinculadas a la puesta en práctica de las
metas en consonancia con las áreas, a saber: previsión, anticipación y
activación del conocimiento cognitivo y metacognitivo; monitoreo del proceso y
elementos intervinientes; y la evaluación para la toma de decisiones.
De igual modo, la autora indica que estas fases se
desarrollan en paralelo al ciclo de aprendizaje constructivista, el cual
contempla la exploración, introducción de nuevos conocimientos, estructuración,
aplicación y generalización.
En este proceso, las metas u objetivos son el hilo
conductor de la actuación efectiva o no del aprendiz; permiten organizar y
configurar las áreas y fases. En tal sentido, apoyándose en otros autores
refiere sobre dos tipos de metas, la centrada en la tarea y las relacionadas
con el mismo sujeto. Dependiendo de su uso y propósito tendrá más o menos éxito,
dado que cada una tiene ventajas y desventajas.
En el caso concreto de los profesores, aprender bajo esta óptica
implica desaprender procesos tradicionales largamente internalizados de cuando
eran estudiantes, con el fin de des-automatizar su anterior sistema de metas e
incorporar uno nuevo, basado en un modelo de enseñanza, aprendizaje y evaluación
constructivista que privilegie el desarrollo de la autonomía en sus
estudiantes.
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