Edgar Morín nos muestra en el libro su perspectiva sobre una educación del futuro, enseñanza primera y universal, necesariamente basada en la condición humana. Donde debe reconocerse al ser humano conformado por un entramado de relaciones que lo distinguen y lo singularizan, como parte de un todo mayor, cosmos, humanidad, y a la vez, separado de éste.
Edgar Morín. “Los siete saberes necesarios a la educación del futuro”, capítulo III, Enseñar la Condición Humana. Publicado en octubre de 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - 7 place de Fontenoy - 75352 París 07 SP – Francia.
Lo primero es conocer lo
humano, no mediante un pensamiento disyuntivo ni reductor que lo sitúa como una
unidad fuera de ese todo que lo constituye ni solo como un substrato puramente
bio-anatómico. Para entenderlo es necesario “una gran religazón de los
conocimientos resultantes de las ciencias naturales con el fin de ubicar la
condición humana en el mundo, de las resultantes de las ciencias humanas para
aclarar las multidimensionalidades y complejidades humanas”.
Interrogar la condición
humana, ¿Quiénes somos?, es interrogar nuestra situación en el mundo. El autor
lo explica a través de tres realidades que se complementan y revelan esa
complejidad de lo humano, a saber:
1. Arraigamiento
y desarraigamiento humano.
Aquí refiere sobre cuatro
condiciones presentes en el ser humano, la cósmica, física, terrestre y humana.
Lo sitúa como ser viviente que es parte dependiente y conformado por ese todo y
del que, al mismo tiempo, se ha separado como resultado de su humanización y de
la diversidad cultural. Sin perder la unidad.
2. Lo humano del humano.
En este apartado explica, en
primer lugar, sobre la dualidad de lo biológico y lo cultural que hacen del ser
humano una unidad, a lo que el autor denomina “Unidualidad” originaria. Seguido,
presenta una triada de relaciones que representan lo humano del humano.
- El bucle cerebro, mente y
cultura. Sólo se es plenamente humano por y en la cultura,
que surge de la misma actividad, del cerebro y la mente. La cultura también tiene
efecto retroactivo sobre el desarrollo de los individuos.
- El bucle razón, afecto e impulso. En ésta existe una dialéctica entre la humanidad y la animalidad. Es una triada complementaria y antagónica al mismo tiempo.
- El bucle individuo, sociedad y especie. Existe un desarrollo conjunto del individuo, parte de la especie humana, en su relación con las otras individualidades que originan la sociedad. En este desarrollo se distingue la diversidad cultural, inherente a lo humano y a lo social.
3. Unitas multiplex: la unidad y la diversidad humana.
Es importante considerar este principio que resume todo lo expuesto. El ser
humano tiene características que lo distinguen como especie e individualidad única,
esta unidad de lo múltiple es diversa en sí mismo y en su relación con los
otros. Morín lo explica a partir de cinco elementos:
- El campo individual. La relación con la especie implica genéticamente la propia singularidad
- El campo social. Habla de la unidad/diversidad, de las lenguas de las organizaciones sociales y de las culturas.
- Diversidad cultural y pluralidad de individuos. La cultura está constituida por todos los conocimientos que simbolizan a una sociedad, transmitida de generación en generación y revelada en los ciudadanos. Es singular en tanto representa a esa sociedad y diversa porque forma parte de las culturas. “La cultura mantiene la identidad humana en lo que tiene de específico; las culturas mantienen las identidades sociales en lo que ellas tienen de específico”.
- Sapiens demens. La complejidad del ser humano lleva implícita una
bipolaridad de características antagónicas que no se anulan, entre las cuales está
sapiens y demens (racional y delirante), además de faber y ludens (trabajador y lúdico), empiricus y imagínarius
(empírico e imaginador), economicus y consurnans (económico y
dilapilador), prosaicus y poeticus (prosaico y poético).
- Horno complexus. Es la presencia del genio; la no dependencia total
de lo real y la lógica que posibilita la creación, la locura, sobrepasar la
incertidumbre para buscar otras posibilidades.
En resumen, el autor
enfatiza que la educación del futuro tendrá como vocación esencial el estudio
de la complejidad humana y con ello lo siguiente.
- Velar por que la idea de unidad de la especie humana no borre la de diversidad, y que la de diversidad no borre la de la unidad.
- Comprender lo humano, su unidad en la diversidad, su diversidad en la unidad. Concebir la unidad de lo múltiple, la multiplicidad del uno.
- Ilustrar este principio de unidad/diversidad en todos los campos.
Conocer lo humano es, principalmente, situarlo en el
universo y a la vez separarlo de él.
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