Cartas a quien pretende enseñar. Paulo Freire

 

Paulo Freire es uno de los referentes más influyentes en el campo de la educación crítica y liberadora.

¿Cuáles son las reflexiones que nos deja Freire?

En su obra “Cartas a quien pretende enseñar” ofrece orientaciones valiosas para quienes buscan generar un impacto real en sus estudiantes y en la sociedad.

Orientaciones sobre el papel del docente, su relación con el estudiante, las diferencias entre enseñar y aprender, los vínculos que se establecen entre diferentes nociones, el tema crítico de la disciplina y la importancia del compromiso ético en la enseñanza.

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En esta reseña, destaco, en mi opinión, las principales ideas de las cartas.

1. Enseñar-Aprender: Tarea Humana.

Freire destaca la importancia de la lectura del mundo antes de la lectura de la palabra. Recalca que enseñar no es un simple acto técnico ni neutral, sino una tarea profundamente humana que implica diálogo, la búsqueda del conocimiento conjunto y crear las condiciones para que los estudiantes hagan sus aportes y lo construyan activamente. En este caso, ambos aprenden y enseñan al mismo tiempo.

2. No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.

Freire advierte que la tarea de enseñar no está libre de dificultades y que el miedo al error o a la complejidad no debe paralizar la acción docente; antes más bien, enfrentar los desafíos como oportunidades para crecer y aprender colaborativamente es esencial para avanzar en la práctica pedagógica.

3. Enseñar es una especificidad humana. No es posible enseñar sin la valentía de querer bien.

Freire repasa las motivaciones para convertirse en maestros y la importancia de la vocación en la enseñanza. Acentúa que deben ser conscientes de que educan a seres humanos, cada uno con sus particularidades y realidades; lo que implica una disposición afectiva basada en el respeto, la empatía y un compromiso ético con sus estudiantes. Esta humanización de la enseñanza es fundamental para lograr una educación transformadora.

4. Enseñar exige seguridad, competencia profesional y conciencia del inacabamiento.

Freire considera las cualidades que deben tener los educadores; paciencia, confianza y seguridad en sus propias capacidades y en un proceso educativo nunca cerrado, siempre con algo nuevo que aprender y mejorar. Seguridad basada en la competencia científica y profesional sólida[i], acompañada de humildad[ii] y generosidad.

5. Enseñar exige compromiso y respeto a la autonomía del ser del educando.

Freire aboga por el compromiso del maestro con sus estudiantes, desde el primer día, de crear una relación basada en la transparencia, la empatía y la honestidad. Por una parte, los estudiantes deben ser respetados como sujetos de su propio aprendizaje, fomentando el desarrollo de su capacidad crítica y autónoma, para que el aprendizaje sea significativo y liberador. Por otra parte, es fundamental establecer un ambiente acogedor, abierto y estimulante, con normas y expectativas claras.

6. Enseñar exige disponibilidad para el diálogo, tolerancia y, también, lucha en defensa de los derechos de los educadores.

Freire se enfoca en la importancia de la ética y la coherencia entre lo que dicen y lo que hacen los docentes en el aula. La enseñanza no puede desvincularse de la ética porque la práctica educativa implica un compromiso hacia la construcción de una sociedad más justa y humana. El diálogo vuelve a ocupar un lugar central. Esta relación dialógica representa la igualdad entre los participantes, como una herramienta fundamental para la construcción del conocimiento y de una educación auténticamente liberada.

7. Enseñar exige la convicción de que el cambio es posible, con alegría y esperanza.

Freire aborda la importancia de la comunicación bidireccional, donde el educador no solo habla, sino también escucha y, vincula a la enseñanza con el placer y la alegría de aprender; una actitud que inspira a los estudiantes y promueve un ambiente de aprendizaje más humano y efectivo. Enseñar no puede ser una tarea mecánica, debe estar impregnada de esperanza y entusiasmo, porque el rol del docente es construir posibilidades de cambio y crecimiento, debe tener la convicción de que su labor puede transformar no solo a los estudiantes, sino también la sociedad.

8. Enseñar demanda el reconocimiento y valoración de la identidad cultural y su influencia en la educación.

Freire plantea acerca del respeto a las diversas culturas presentes en el aula, por lo que la enseñanza estar contextualizada en la realidad cultural de los estudiantes. Con esta visión inclusiva, debe promoverse un diálogo intercultural, donde se fomente el intercambio de experiencias y conocimientos representativos de la diversidad. En esta medida, se empodera a los estudiantes y se les brinda herramientas para participar activamente en la sociedad.

9. Enseñar demanda el análisis de la relación entre el contexto concreto de los estudiantes y los marcos teóricos de la educación.

Freire destaca el aprendizaje relevante y significativo. De ahí, la necesidad de una integración del contexto concreto con el teórico, la cual va en la línea de la conexión entre la práctica y la teoría, desde las realidades, experiencias y entornos específicos del aprendiz, en el marco conceptual y académico. La enseñanza vista de esta manera, conlleva la comprensión de la realidad para actuar sobre ella y transformarla.

10. Enseñar exige disciplina en el aula, coherente con los principios pedagógicos de la educación liberadora.

Freire distingue entre autoridad y autoritarismo. La autoridad debe ser legítima, democrática, con base al respeto mutuo, no en el miedo o la imposición. De este modo, a la disciplina la considera como una práctica de libertad, donde las normas y reglas deben ser relevantes y significativas para ayudar a los alumnos a desarrollar autonomía y responsabilidad, en consonancia con su realidad.

Esta obra es un llamado a la reflexión de los docentes sobre su práctica, a asumir un papel activo y consciente en la formación de personas libres y críticas y a repensar la educación como una experiencia transformadora basada en el diálogo, el respeto y el compromiso ético.

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* Imagen elaborada a partir de la realizada por Copilot 

[i] No puedo estar seguro de lo que hago si no sé cómo fundamentar científicamente mi acción o si no tengo por lo menos algunas ideas de lo que hago, de por qué lo hago y para qué lo hago…

[ii] Una de las expresiones de la humildad es la seguridad insegura, la certeza incierta y no la certeza demasiado segura de sí misma.