Ideas
sobre el diseño curricular por competencias profesionales, tomadas del texto “La
importancia de incorporar a los Programas de Superación de Postgrado el Lenguaje
de las Competencias Profesionales”.
Autora:
Dra. Arq. Silvia Cruz Baranda.
La autora
define la competencia como una combinación de conocimientos,
habilidades, comportamientos y actitudes que se pueden demostrar en un
contexto profesional determinado y que se pueden transferir a diferentes
condiciones a través de la actualización permanente.
En tal sentido, un profesional
competente es aquél que tiene los conocimientos del campo de su área del saber,
es capaz de aplicarlos y en esta medida, actuar responsablemente, comprometido
con su profesión y apegado a los valores éticos y sociales.
Además, debe saber aprender y potenciar sus recursos personales, con la finalidad de transferir sus propios aprendizajes a nuevas situaciones, con soluciones creativas, de acuerdo a las demandas de su desempeño profesional.
Cruz
Baranda destaca en su definición 3 elementos claves para el diseño por
competencias. A saber:
1.
Combinación, no es la simple suma de saberes,
sino que sintetiza una realidad compleja en la que se armonizan conocimientos,
habilidades y valores, todos necesarios para demostrar efectivamente un
desempeño profesional.
2.
Contexto, son las situaciones de trabajo
profesional en las que se aplican esos saberes y que demandan una caracterización
de la complejidad, de los métodos, de los recursos que tendrá que utilizar el
profesional en cada caso.
3.
Actualización, viene expresada por la necesidad
de no pasar a la obsolescencia, de actualizarse permanentemente con el uso y
manejo de la información.
Ese contexto
es el marco para las competencias profesionales. En su formación no solo hay
que tener claridad en lo que debe demostrar el profesional, sino también, en
qué condiciones el profesional va a ser capaz de desempeñarse, con qué métodos
va a operar, qué tecnologías tendrá que dominar.
Es lo
que ella denomina NIVELES DE COMPLEJIDAD CIENTÍFICO-TÉCNICA. La competencia
puede tener diferentes niveles de complejidad, lo cual debe precisarse en el
proceso de formación, condicionando la organización del programa.
Esa
precisión de la competencia permite la formulación del perfil del
graduado, con los rasgos que caracterizan al profesional en su desempeño de
forma integrada. Así, el perfil se constituye en instrumento orientador para la
estructura curricular, garantizando un programa con:
ü Pertinencia.
Adecuación de la competencia señalada en el perfil con las necesidades sociales.
ü Impacto.
Derivado del resultado en función de las expectativas.
ü Concordancia.
Vinculación de la competencia general con las derivadas dentro de la estructura
curricular.
Para
finalizar, la autora expresa diferentes criterios (sistema de análisis) a
considerar en la conformación de la estructura curricular. Pueden ser, por
derivación:
Ø Del objeto
profesional, sobre el cual trabaja el profesional (de acuerdo a la profesión)
que puede descomponerse en objetos particulares y sirven de base a la
organización y distribución de las asignaturas del curriculum.
Ø Del método profesional. Este criterio se basa en realizar la estructuración curricular a partir del método que desarrolla el profesional para trabajar con el objeto.
Ø De la propia competencia profesional que define el perfil del graduado. Los conocimientos, habilidades, comportamientos y actitudes con los que debe contar el profesional, permitirán organizar los componentes del programa.
El diseño
curricular por competencia, como indica la imagen, debe responder a un proceso
formativo constructivo, socializado, reflexivo, significativo y desarrollador
(CEES).
¿Estás de acuerdo? ¿Cuál es tu experiencia?
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