Formación integral del profesional en la educación no presencial

 

En este post, estaré conversando con María Teresa Dámaso sobre la formación integral en las universidades del sistema no presencial, en el marco de la pandemia Covid-19.

 

María Teresa Dámaso, Dra. en Ciencias Pedagógicas, profesora emérita de la Universidad Nacional Abierta, coautora del libro Formación Integral: Dos visones del mismo proceso.

Educación no presencial*

 ¿Cómo se promueve la formación integral en las universidades no presenciales?

JSC: El tema de la formación integral es muy amplio, vamos a tratar de centrarnos en algunos elementos, imprescindibles en cualquier sistema educativo, pero vitales en el no presencial, sobre todo por imperativo del Covid-19.

MTD: La emergencia sanitaria por coronavirus ha marcado un antes y un después en todos los ámbitos de la vida, también en la educación. Para garantizar este derecho y dar continuidad al proceso formativo ha sido necesario recurrir a espacios no formales, con la utilización de estrategias que no requieran presencialidad en aulas de clases.

JSC: ¿Cómo visualizas el papel de la universidad en este contexto de la pandemia?

MTD: Para acometer transformaciones acordes con esta nueva realidad, la universidad debe plantearse la necesidad de desarrollar el proceso formativo del profesional con mecanismos flexibles que potencien la iniciativa, la autonomía y la capacidad de aprender a aprender de las personas.

Así como priorizar los nuevos requerimientos de formación profesional para atender estas demandas a la misma velocidad que se generan.

Por lo que es oportuno hacer algunas consideraciones sobre la formación integral del profesional en la educación no presencial, como proceso que se dirige al desarrollo intencional de capacidades y de competencias de los futuros profesionales, posibilitando al profesor representarse el proceso para su dirección en el plano didáctico.

JSC: Es cada vez más prioritario potenciar esa capacidad de aprender a aprender, porque de esta manera las personas pueden actualizarse en la medida que se van dando los cambios en su entorno profesional.  Esto es una responsabilidad de las universidades y una necesidad de las no presenciales.

MTD: Si, la formación integral en esta modalidad de estudio implica autogestión, autodirección en el aprendizaje, a partir de la orientación de las figuras educativas, el compromiso de los estudiantes y sus recursos personales para aprender, en función de su desarrollo.

No se puede olvidar que la práctica desarrolla en el estudiante la capacidad de dirigir su aprendizaje, de manera que todo programa formativo debe tener elementos que promuevan la autoformación, en la línea de potenciar progresivamente su autonomía.

JSC: Según esta visión ¿Cuáles serían las condiciones para que se dé el aprendizaje?

MTD: Las condiciones óptimas para el aprendizaje estarían dadas cuando se integran los procesos externos del desarrollo que movilizan la dinámica personal de los procesos internos del estudiante en una relación dialéctica desarrolladora.

De lo contrario, los esfuerzos individuales de docentes y estudiantes se verían disminuidos, ya que no siempre los procesos educativos están en función del desarrollo de un sujeto integral, que lo despliegue en su totalidad como ser humano social.

En otras palabras, condiciones que propicien ese desarrollo en todas sus dimensiones, con visión holística y globalizadora, y que enfaticen la unidad de lo afectivo y lo cognitivo de su experiencia total.

JSC: En este orden ¿Cómo se explica o manifiesta la formación a nivel teórico y práctico?

MTD: En la fundamentación epistemológica y metodológica de este proceso, se van revelando rasgos distintivos, que se orientan hacia una lógica que integra la personalización del proceso de aprendizaje y el sistema de acciones y relaciones que se dan en su contexto educativo, donde el estudiante despliega sus atributos internos para lograr su desarrollo a través de aprendizajes significativos, que se sistematizan en la sociedad, en los diferentes ámbitos donde interaccionan los seres humanos.

Ello da cuenta de una dinámica de procesos externos determinantes del desarrollo y de una dinámica interna de crecimiento personal del sujeto que aprende, relacionados dialécticamente, como partes inseparables de un todo.

JSC: La formación es un proceso donde interactúan mecanismos internos y externos de la persona que aprende; vivimos en sociedad y sus elementos también son determinantes en esa formación; en este sentido ¿A qué se refieren los autores con la dinámica personal?

MTD: La visión personalizada de la formación, la considera como un proceso individual destinado a adquirir y perfeccionar capacidades sobre la base de la acción reflexiva, consciente y participativa, que supone la búsqueda o construcción del sentido de lo que se aprende, en una situación o contexto de aprendizaje: la persona se forma a sí misma, pero por mediación con lo cual, a pesar de enfatizar en los procesos internos que ocurren en el sujeto, se destaca que lo social induce la dinámica personal de la formación, el movimiento de los procesos internos.

Estos procesos internos se potencian a través de los sistemas de mediación, con lo cual se evidencia la dinámica personal pero a la vez social, que subyace en el proceso de formación de la educación no presencial donde la acción de los agentes comunicativos, potenciadores de dichos procesos internos, se concretan en situaciones y materiales didácticos diseñados para favorecer el intercambio multidireccional, potenciando los emergentes de resignificación-recreación-contestación, característicos de este proceso interactivo.

Esto lleva a favorecer la construcción autónoma del saber; es decir, que el estudiante construya su conocimiento al interactuar con los mediadores.

JSC: Evidentemente, en esta modalidad no presencial son fundamentales los mediadores para el aprendizaje.

MTD: Este enfoque de la formación integral es una propuesta educativa que permite abordar el proceso formativo en la modalidad de estudio citada, en el sentido que el estudiante logra su desarrollo a través de los mediadores, asumidos como todos aquellos elementos (asesores, materiales instruccionales, y medios tecnológicos, entre otros) que intervienen o actúan entre el estudiante y el conocimiento.

De esta manera se facilite la comprensión de los contenidos desde lo individual y cuyo rasgo esencial es la visión holística con que se aborda la formación para estudiarla como totalidad, con carácter integrador, que asume los aportes de diferentes escuelas para comprender el desarrollo humano.

JSC: En el contexto de la educación no presencial hay que promover esa interacción, la comunicación y mediación entre los elementos participantes.

MTD: Si, se deduce que la interactividad implica mediación pedagógica, puestas de manifiesto en relaciones comunicativas (transacciones didácticas) entre estudiantes, materiales y asesores, que generan mayor o menor autonomía en el estudiante en función de su grado de estructuración.

En educación a distancia, estos mediadores son los responsables del contenido que se imparte, pero también de cómo ese contenido se construye y se aprende; por lo tanto, es necesario implementar actividades y métodos que subrayen la toma consciente de decisiones e integre la enseñanza de contenidos curriculares con estrategias para su aprendizaje, de manera que tengan una incidencia significativa en el estudiante.

JSC: Siguiendo esta línea que mencionas, ya para finalizar tu intervención ¿Qué puedes agregar sobre los materiales y las tutorías?

MTD: Para lograr lo que he expresado, es necesario considerar la preparación de materiales pedagógicamente válidos, producto de concepciones democráticas, contextualizadas, con versatilidad de enfoques, actualizados y respetuosos de la participación y el protagonismo del estudiante. A la vez, las acciones tutoriales deben estar orientadas a potenciar su aprendizaje autónomo.

JSC: Ha sido un gusto tenerte compartiendo con nosotros tus conocimientos.

MTD: Gracias por tu invitación…

*Imagen de Hatice EROL en Pixabay