El juego y otros principios pedagógicos. Supervivencia en la educación a distancia y virtual.
Lorenzo García Aretio. Universidad Nacional de Educación a Distancia, España.
García Aretio, L. (2016). El juego y otros principios pedagógicos. Su pervivencia en la educación a distancia y virtual. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 19(2), pp. 09-23
El autor afirma en su artículo, que hoy día, en plena era digital, los principios pedagógicos clásicos siguen vigentes, tanto para formatos educativos presenciales como a distancia, en cualquiera de sus modalidades. La tecnología ha avanzado, pero no puede ni debe minimizar el enfoque pedagógico, siempre será el apoyo a la formación y a la intensión del educador.
Se pregunta García Aretio ¿qué cambia entonces? Entendemos que cambian con los nuevos aportes tecnológicos, las estrategias de enseñanza-aprendizaje, la metodología, los recursos y su organización, los sistemas de comunicación, la distribución de materiales de estudio, posiblemente la eficiencia, que no siempre la eficacia, las posibilidades de acceso y la universalización o democratización del acceso…
En su artículo, el autor realiza un análisis de los siguientes principios: individualización, socialización, actividad, autonomía, intuición, creatividad y juego. Veamos un resumen.
Partimos de la idea, que cada ser humano es único e irrepetible, conformado por características propias que lo definen en un contexto determinado y lo hacen diferente a otros. El papel de la educación es potenciar esas características, adaptando el ambiente de aprendizaje para ofrecerle atención individualizada.
Socialización.
Éste y el anterior son los principios rectores, incorpora el lógico equilibrio entre la dimensión individual y la social. Vivimos e interactuamos en sociedad y nos educamos para esa convivencia, adoptando su cultura. Entonces, la educación potencia lo individual en el contexto social; el aprendizaje colaborativo y el cooperativo favorecen la socialización e interacción.
Actividad.
Hablamos mucho sobre la participación activa del aprendiz en su aprendizaje, voluntaria e intencional, base del aprender haciendo, donde observa, busca, descubre, experimenta, analiza, relaciona, comprende, ordena, concluye, en definitiva, razona y, construye conocimientos. La educación debe privilegiar ese protagonismo.
Autonomía.
El objeto de la educación debe ser lograr personas independientes y autónomas; que lleguen a conocerse y desarrollen sus capacidades para guiar sus acciones y decisiones libremente. En definitiva, desplegar y optimizar todas sus potencialidades para lograr sus aprendizajes, en cada ámbito de desarrollo.
Intuición.
El aprendizaje será mayor si éste se vincula directamente con la realidad concreta por aprender; por ello, es importante una correspondencia entre esa realidad u objeto real de conocimiento y su representación. El autor nos recuerda una imagen vale más que mil palabras.
Creatividad.
Los constantes cambios y el surgimiento de nuevas y diversas problemáticas, grandes y pequeñas, ordinarias o extraordinarias, requieren respuestas inmediatas, muchas veces desde diferentes perspectivas. La creatividad es necesaria para afrontarlas con una dosis de originalidad y novedad. Con esta idea, la educación debe trabajar el pensamiento creativo y divergente, a fin de buscar caminos y vías, no siempre conocidos ni previsibles.
Juego.
Aprender jugando es un principio utilizado desde hace mucho tiempo; incorpora la motivación e incentiva la participación, hace posible la inmersión, al mismo tiempo que se desarrollan capacidades y habilidades, como la creatividad, por ejemplo. El juego, además de ser una actividad lúdica es competitiva; hoy día muchas estrategias se basan en la naturaleza del juego y a través de las tecnologías se amplían las posibilidades de aplicación, abriendo un horizonte educativo infinito.
En cualquier contexto y formato educativo el objeto de la educación es la personalización del ser humano, desarrollar sus capacidades, potenciar sus características tanto individuales como sociales, con la aplicación de los principios pedagógicos que han sido referentes en el hacer pedagógico durante años.
Con Internet y las tecnologías interactivas, que inciden en nuestras formas de enseñar y aprender, esos principios cuentan con mayor proyección educativa.
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