Sánchez Corredera, S. (2003). Los conflictos entre Ética, Moral y Política: criterios para su negociación. CIC. Cuadernos De Información Y Comunicación, 8, 39 - 60.
Este
texto se basa en las motivaciones humanas como producto de diversas relaciones
de dependencia que se dan entre la ética, la moral y la política; explicadas
desde la Teoría del Espacio Antropológico con ejemplos de situaciones
prácticas.
Indica
Sánchez que las relaciones dadas entre la ética, la moral y la política son
dialécticas.
En
esta reseña, me centraré a grandes rasgos -el artículo completo está en el
enlace- en aquellos elementos teóricos de la ética profesional señalados por
el autor que puedan enfocarse en el quehacer docente.
Para
entender el significado de la ética Sánchez nos sitúa en la lógica de clases,
asumiendo a la sociedad como el todo y a los individuos como partes de ésta, en
una relación compleja que les permite conservar su individualidad al mismo
tiempo que conforman una realidad colectiva.
De
allí que exista una lógica distributiva y otra atributiva, en las cuales estos
individuos mantienen relaciones de equivalencia y no equivalencia
respectivamente. Es en la primera donde tiene su asiento la ética (y en la
segunda, la moral).
Desde
esta perspectiva, se distancia de las definiciones tradicionales. Así, son de
índole ético las situaciones que permiten que el grupo sea homogéneo y al mismo
tiempo independientes para actuar sin afectar el conjunto de decisiones; esto
lleva a considerar una equivalencia con respecto a solo determinados asuntos,
como en el ejemplo dado por Sánchez, de los estudiantes en su derecho a ser
evaluados con los mismos criterios objetivos, pero no en el caso de decidir en
cuestiones de competencia del profesor (esto correspondería a la índole moral).
Agrega
el autor que, a pesar de la diferencia entre ambas situaciones, es difícil
separarlas porque la ética se proyecta en la moral y ésta se cimenta en
aquella. -El ámbito de la ética se corresponde con el carácter humano del sujeto
y la moral en su carácter social-.
Aunque
no es tratado explícitamente en este texto, podemos extraer la explicación de
la ética profesional de su interpretación del concepto y de los mismos ejemplos
que usa.
En
este tema, cada profesión se ve sujeta a una serie de valores y normas propias
pero sujetas a las sociales que prevalecen; y, dependiendo de esa profesión y
la problemática que pueda suscitar su acción general y en específico lo
científico, siempre deberá predominar el bien colectivo.
Esto
implica que cada profesional actúa bajo un marco ético cuando sigue esos
valores y normas, es leal a la institución que lo acobija, acata las instrucciones
de los superiores, respeta a sus compañeros, etc.
Extrapolando
al quehacer docente, éste será ético cuando el docente hace su trabajo con
responsabilidad y vocación, se ocupa de sus estudiantes, los ayuda a aprender,
entre otros.
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