Reseñas y algo más...

Metacognición: ¿Piensas en cómo piensas?

 

La reseña de hoy está basada en ¿Piensas en cómo piensas? de Mariana Sofía Jiménez Nájera. Una perspectiva que coincide con las ideas, aportadas también en esta publicación, que he desarrollado desde hace varios años.

 

La metacognición es una habilidad infravalorada del aprendizaje ... Trabajar en ella incrementará la calidad del conocimiento recibido en el aula. (Mariana S. Jiménez N.)

 

¿Qué es metacognición?

Jiménez reconoce, en esta capacidad, la manera en la que pensamos para planificar, monitorear y evaluar nuestro proceso de pensamiento.

En otras palabras, es la capacidad de reflexionar sobre nuestros propios procesos de pensamiento y de las acciones que se derivan, permitiendo autogestionar el aprendizaje, resolver problemas y tomar decisiones más conscientes.


¿Piensas en cómo piensas?


En la imagen observamos el diagrama propuesto por la autora, una forma de aprender estrategias, fortalecer la metacognición y el proceso de pensamiento, en tres pasos: Planificar, monitorear y evaluar.


¿Por qué es importante pensar en cómo pensamos?

La autora usa, apropiadamente, el ejemplo de los bailarines y los espejos, que les permiten observar y controlar lo qué hacen y cómo lo hacen, para mejorar su técnica al bailar. Ese es el papel de la metacognición.

Ésta posibilita tomar conciencia de cómo aprendemos, para lograr y optimizar tanto el proceso como la toma de decisiones. Lo cual incluye conocer nuestros recursos cognitivos y motivacionales, reflexionar sobre éstos para usarlos, en forma estratégica, en las diferentes situaciones.

Escenario que nos facilita aprender más y mejor, a lo largo y ancho de nuestra vida, adaptándonos a nuevas situaciones. Redunda en las posibilidades de obtener éxito académico, personal y profesional.

En la escuela debemos incentivar no solo el aprendizaje de los contenidos, sino simultáneamente el aprendizaje de estrategias que deriven en pensar cuáles, cómo, cuándo, dónde y por qué usarlas, de acuerdo a la conveniencia, para lograr efectivamente los objetivos de aprendizaje.

Afirma la autora, que en las personas: La creatividad, el análisis analítico y la comunicación efectiva son algunas de las habilidades que se desarrollan al estar familiarizados con su proceso de pensamiento. Otras son el autocontrol, la planificación y la autoevaluación.

Obviamente, es importante que como docentes sepamos pensar en cómo pensamos y actuamos sobre los propios aprendizajes. Es preciso formarnos, no podemos enseñar lo que no hemos aprendido.

Jiménez recomienda algunas actividades para desarrollar la metacognición en el aula. Actividades que podemos adaptar y aplicar en nosotros mismos.

      Informar: Los estudiantes deben saber lo que se espera de ellos, los temas que se abordarán y el objetivo de aprendizaje antes de comenzar la actividad, con la finalidad de esclarecer qué estrategias harán falta.

      Cuestionar: En las intervenciones de los estudiantes es muy útil verificar el proceso de pensamiento seguido, para resaltar las diferentes formas de pensar y estrategias aplicadas para llegar al mismo resultado y, adoptar lo que mejor se adecue a cada uno.

      Retroalimentación entre compañeros: Con el mismo propósito anterior, se pueden hacer pequeños grupos para discutir sobre las estrategias de pensamiento que tomó cada estudiante para llegar a su objetivo. -Luego se socializa con el resto de estudiantes-.

      Diario escolar: En cada actividad, los estudiantes pueden ir anotando lo que aprendieron y cómo lo aprendieron, para estimular la práctica de la metacognición. Pueden agregarse otras preguntas reflexivas con esa intención.

      Autocorrección: Darle valor al error como fuente de aprendizaje. Los estudiantes deben tener la oportunidad de revisar sus respuestas, comparar con las correctas, reflexionar sobre sus errores y tomar conciencia de todo el proceso.


¿Cuáles elementos se han destacado?

Primero, el conocimiento metacognitivo, saber cómo pensamos y aprendemos, los recursos que ponemos en juego y nuestras fortalezas y debilidades.

Segundo, la regulación metacognitiva, evidenciada en las estrategias que usamos para planificar, monitorear y evaluar los pensamientos y acciones.


En definitiva, la metacognición es la capacidad de reflexionar sobre nuestros propios procesos de pensamiento, permitiéndonos aprender mejor, resolver problemas y tomar decisiones más conscientes.

Aplica -ejemplos generales- en la resolución de situaciones cotidianas o problemas matemáticos, aprender un nuevo idioma o gestionar emociones en conflictos.

No hay comentarios: